Condiciones laborales y capacidad financiera: Nuevos datos evidencian vulnerabilidades en las mujeres profesionales de Córdoba

Siempre con brecha negativa de ingreso respecto a los varones, condiciones precarias en los trabajos y mayores dificultades financieras.


En el marco del Día de la Mujer se develan los resultados de la investigación “Condiciones de trabajo y capacidades financieras del sector profesional en Córdoba”, realizada a partir de un relevamiento entre más de 4.600 personas encuestadas, realizado entre mayo y julio de 2022.

El estudio fue realizado por el Observatorio de la Federación de Profesionales de Córdoba (Fepuc) con la participación de la Asociación Mujeres de Economía y Finanzas de Córdoba (Meyfin) en un nuevo apartado sobre conocimientos y comportamientos financieros del sector.

Los resultados analizados con perspectiva de género, permiten conocer la situación actual de las mujeres profesionales de la provincia: 

1. Sostenida brecha de ingreso en perjuicio de las mujeres: Ellas perciben 34% menos de ingresos que los varones -en promedio-, y la diferencia trepa hasta el 36% cuando trabajan en el sector privado. Esta brecha se refiere a la diferencia en los ingresos totales. El dato tiene relación directa con la imposibilidad que tienen ellas para lograr trabajar más de 9 horas diarias.

Para el caso de las profesionales que ejercen como “independientes”, sus ingresos son además un 25% inferior a los de quienes están en relación de dependencia.

2. Condiciones más vulnerables: A diferencia de los varones, las profesionales se destacan bajo condiciones laborales más vulnerables como “locación de servicio”, “trabajo informal”, “bajos ingresos”. 

Tres de cada 10 mujeres (29%) se ubica en el quintil de ingresos más bajos del sector, mientras que solo uno de cada 10 varones (12%) está en ese segmento. Ellas tienen “menos posibilidades para negociar honorarios”, así lo admitieron 37% de las encuestadas.

3. Relación de dependencia encubierta: El modo de contratación bajo “locación de servicio” pero cumpliendo horarios y normativas se da con mayor frecuencia entre las mujeres profesionales. Un 15% de ellas está en esta condición y en el caso de varones el 6%.

Este trabajo se lo considera “precario” porque estas personas están obligadas a cumplir las mismas reglamentaciones que quienes están en “relación de dependencia” pero no tienen derecho a vacaciones, aguinaldo, licencias por maternidad, etc. 

4. Monotributistas con bajos ingresos: En el sector profesional, la mayoría de profesionales independientes son “Monotributistas” (87%). En el caso de las mujeres, el 38% está registrada en las categorías más bajas (A o B) lo que demuestra mayores perjuicios en el segmento de trabajadoras profesionales independientes. 

5. Seguridad social lejana: Las mujeres independientes realizan mayor esfuerzo para costear por sí solas aportes jubilatorios, obra social y seguros, entre otros.

6. Marcada brecha de género en la situación financiera. La mayor proporción de mujeres en los estratos bajos de ingresos genera también una disparidad de género en cuanto situación económica, capacidad de ahorro, conocimientos y hábitos financieros. 

La mitad de quienes respondieron señalaron que en los últimos 12 meses sus ingresos no les alcanzaron para cubrir sus gastos, pero este porcentaje se elevó al 58% entre las profesionales y fue solo del 40% entre los varones.  

En ambos casos, el nivel de ingresos es el gran condicionante. El ingreso promedio de quienes no enfrentan dificultades es más del doble de quienes sí las tienen. 

Para enfrentar estas dificultades, la reducción de gastos y los préstamos de amigos y familiares fueron los principales recursos utilizados. En menor medida recurrieron a hábitos menos saludables como usar la tarjeta de crédito para consumos comunes o postergar el pago de sus cuentas.

7. No pudieron ahorrar en el último año. En el sector profesional cordobés, el 45% no ahorró en el último año. Cuando se analiza este dato en detalle, es amplia la brecha de género, que tiene correlación con el nivel de ingresos: 51% de mujeres encuestadas dijo no haber podido ahorrar, mientras que en los varones fue el 36%. 

Las opciones tradicionales de ahorro son las preferidas: moneda extranjera (47%) y plazo fijo (36%). Solo 12% de profesionales prefiere productos de inversión más sofisticados, tales como bonos, acciones y fondos de inversión, con brechas por género marcadas y correlación con el nivel de ingresos.

8. Cuidadosas en las finanzas personales. Como dato positivo, el sector manifiesta un alto nivel de cuidado y preocupación de sus finanzas personales:cuidan sus gastos, analizan antes de comprar algo y vigilan personalmente estas cuestiones. Además, tratan de realizar un presupuesto o de gastar menos de lo que les ingresa, además de cumplir con las deudas. En estos temas no hay grandes diferencias por género. 

En cuanto a los productos, hay un alto grado de  conocimiento y uso de los productos y servicios financieros más tradicionales: transferencias bancarias, tarjetas de débito y caja de ahorro/cuenta corriente (más del 90% los utiliza).

La tarjeta de crédito tiene un alto conocimiento y uso frecuente (78%, sin distinción de género), aunque es mayor la utilización en los niveles más altos de ingresos, tanto en las compras físicas como on line.

En las criptomonedas, hay un porcentaje relativamente elevado de conocimiento (sólo un tercio no las conoce) y un uso que ronda el 10%, sin distinción de ingresos. En género, hay mayor conocimiento y uso por parte de los varones  (75% y 12%) que entre las mujeres (62% y 5%),

Nora Vilches, presidenta de Fepuc, concluye que: “La problemática reflejada no se representa sólo en las investigaciones de Fepuc, sino que también lo indica el Indec en su Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para aquellas personas con alguna profesión, es decir estudios superiores completos. Observamos que en los últimos 10 años siempre la brecha supera el 30%, es decir, las mujeres ganan un 30% menos que los varones. Los resultados develados sobre las condiciones laborales actuales dejan en evidencia la necesidad de marcos regulatorios sólidos que den más equilibrio en el mercado laboral actual”. 

Por su parte, para Paula Martínez, presidenta de Meyfin, los resultados de esta primera encuesta de capacidades financieras muestran que el sector profesional no es ajeno a las dificultades del resto de la población. “Por un lado, hay una correlación entre el uso y conocimientos de cuestiones financieras con el nivel de ingresos y, también hay diferencias de género que tienen que ver con que las mujeres ganan menos, en promedio. Es bastante más elevado de lo que podría esperarse en un sector profesional el porcentaje de personas con dificultades financieras, que no pueden cubrir sus gastos y tampoco pueden ahorrar, aunque se destaca que hay una preocupación por tener hábitos saludables (como armar un presupuesto o tratar de cumplir con las deudas). También se ve algo similar al resto de la población en la menor propensión de las mujeres profesionales a ahorrar y a utilizar instrumentos de inversión un poco más sofisticados”, señaló. 

Informe completo: https://bit.ly/3JjkctB

Creció la dirigencia de mujeres: 16 presiden entidades profesionales en la provincia

La participación colectiva, el compromiso y el trabajo sostenido con perspectiva de género, garantizan las transformaciones. En los últimos tres años creció el número de mujeres al frente de entidades profesionales, pasó de 10 en 2020 a 16 en 2023. Se trata de presidentas al frente de Colegios, Consejos,  Asociaciones Profesionales y de la Federación que los nuclea (Fepuc). 

Ellas son: Nora Vilches en Fepuc; Verónica Teresa Bianco en el Colegio de Escribanos; Teresita Bersano en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, María Alejandra Deguer en el Colegio de Ingenieros Civiles; Carmen Rodríguez en el Colegio de Ingenieros Especialistas. También Mónica Leonor Miras al frente del Colegio de Odontólogos; Nora Galán en el Colegio de Psicólogos; Silvia Ligorria en el Colegio Profesional de Ciencias Bioquímicas; María José Verde en el Colegio de Kinesiólogos y Fisioterapeutas.

Además, Maricel Bruno en el Colegio Profesional de Producción de Bioimágenes; Rosana Forcato en el Colegio de Nutricionistas; Lorena Cecilia Crespo en el Colegio de Fonoaudiólogos; Carmen González en el Colegio de Profesionales en Servicio Social; Liliana Martin en el Colegio de Biólogos; Liliana Lucero en la Asociación de Enfermería y Fabiana Virginio Tasca en la Asociación de Terapistas Ocupacionales.

REPERCUSIONES EN LOS MEDIOS

Compartir en: