“Llega a tal grado la instrumentalización que los profesionales piensan que necesitan herramientas cuando lo que necesitan son vínculos”

Busca integrar las dos dimensiones constitutivas de la salud colectiva: un campo construido desde una perspectiva epistemológica, teórica y metodológica que hace foco en lo social y lo territorial, y un campo de práctica y abordaje profesional orientado al cuidado de la vida de las comunidades.
El especialista abre la jornada desafiando a los profesionales a definir qué es gestión, planificación y a reflexionar sobre su trabajo.
“Busco que tomen conciencia del rol central que tienen como trabajadores, el poder está en ellos”, define Spinelli. Y agrega: “La representación que en general tenemos es el de una pirámide que en la cúpula está el poder, pero estos trabajadores tienen muchísimo poder en base del conocimiento. Por eso, un hospital no se maneja desde la dirección de un hospital, los trabajadores tienen mucho margen de libertad en función de su conocimiento”.
Enseguida, hace una distinción entre el conocimiento de la academia y el proveniente de la práctica cotidiana: “La universidad sigue hoy una razón sustancialista, centrada en el sujeto cartesiano, cuando dentro de la misma ciencia ha habido revoluciones, desde Freud hasta cuestiones de filosofía del lenguaje. Lo que enseña la universidad está atrasando siglos, sigue pensando en un sujeto cartesiano, de hecho, en el campo de la epistemología es arqueología. Esas son fallas estructurales de la universidad que atraviesa a todas las áreas, a las facultades de la Argentina y a la mayoría de las universidades latinoamericanas y también de países centrales”.
Con mirada crítica, agrega: “Llega a tal grado la instrumentalización que los profesionales piensan que lo que necesitan son herramientas cuando lo que necesitan son vínculos, llevarse mejor con sus compañeros, con la gente, con la institución, pero no logran establecer eso. Por un lado, tienen la libertad de los pies y, por otro lado, la cabeza que les pide soluciones. Hay soluciones singulares, ninguna pareja, ningún hijo, es igual a otro.Tratar de instrumentar las singularidades es matar al sujeto, esas son las fallas epistémicas de la universidad, no puede darse cuenta que trabaja con personas”.
Spinelli advierte sobre lo anacrónico de pensar que la única forma que existe de poder ejercer el conocimiento es si se reduce al otro a la condición de objeto. “Eso eran los orígenes de la ciencia, Descartes, siglo XXVII, y no tenemos nada que ver con eso. Y las nuevas tecnologías fortalecen muchisimo estas cuestiones”.
Finalmente, aclaró que el curso apunta a desarmar ideas falsas como la de instituciones en donde un padre todo poderoso oprime a todos y dice que hay que hacer y el resto lo hace. “Eso es una mentira absoluta, se desconoce la libertad que cada trabajador tiene. También es falsa el tema de la planificación como un plan que se cumple. El curso apunta a desarmar todas esas cosas, a demostrar que eso es falso. La interdisciplinariedad también es un verso, porque el tema está en los problemas, no en la interdisciplina. La interdisciplina es mirarse al espejo y ver quien es más lindo cuando en realidad lo que yo quiero es ver es la resolución de los problemas”.

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